viernes, 15 de junio de 2012

“Mientras no les haga sombra, con Cirio y Adabel estará todo bien”

05/01/12

Una de las bellezas de Excitante aclara que no hay peleas en los camarines, ¡si nadie intenta serrucharle el piso a la otra! Flamante movilera de Desayuno Americano, habla de su trabajo en tevé: “Me daba miedo caer en la modelito que se quiere hacer la inteligente”.

Ayer llevé a Alejandra Maglietti. Es hermosa, más linda que en la tele”, le cuenta el chofer del taxi a la cronista de Paparazzi sin saber que, casualmente, la está conduciendo a una entrevista con la mujer que lo hizo suspirar la tarde anterior. Cuando comienza la charla, y tras una breve descripción física, la modelo confirma haber viajado con ese taxista aunque, tímido, no le declaró su simpatía.

–No fue el caso, pero se te deben tirar muchos hombres.
–¡Al contrario! Sé que la frase “me tienen miedo” es muy trillada, pero hay algo de eso. A los que se acercan les explico con mi mejor cara que estoy en otra, que no va a pasar nada.

–¿Así evadís a los admiradores a la salida del teatro?
–Ahí tengo un operativo de distracción. Cuando salen Jésica Cirio o Adabel Guerrero, yo voy atrás y nadie me da bola, ni se dan cuenta de que estoy ahí.

–¿Y cómo fue tu debut en el teatro de revista con Excitante?
–Al principio me costó. La primera vez que pisé el escenario me quedé asombrada, temblaba. Después me di cuenta de que hice cada cosa, ¡bailé con las Electrostars, estuve en Patinando por un sueño! ¿Por qué tener miedo? Igual, estar en un teatro con más de mil localidades y ver al público mirándote es fuerte.

–¿Te mandaste algún papelón?
–¡Ya tuve mi primera caída! Me pegué un golpazo bajando una escalerita. Pasa que me cambio los zapatos muy rápido y alguien me había aflojado las tiras para que sea más fácil ponérmelos, de buena onda, y no me los pude ajustar bien. Ahora los voy a esconder para que ni los toquen.

–¿Pensás que fue de buena onda?
–¡Quiero creer que sí!

–Conocés al mundo de las modelos y ahora estás descubriendo el de las vedettes, ¿cuál es más competitivo?
–¡Las modelos son peores! La diferencia es que en el modelaje se ventila hasta un punto, no es tan mediático como la revista. Las productoras de moda no hablan tanto como los directores. Yo he visto peleas terribles por ver quién sale primera a la pasarela. En Punta del Este, en el desfile de Roberto Giordano, una modelo se fue porque yo cerraba una pasada. Hay muchas que no saben ubicarse.

–Entonces, ¿por ahora ninguna pelea en camarines?
–A Jésica ya la conocía y sé que es copada. Los problemas que tuvo fueron porque algunas le tienen celos. Tanto ella como Adabel son muy tranquilas, me sorprendieron. Creo que mientras no estés a su altura, está todo bien.

–Quizá si llegás con el serrucho…
–¡Claro! Pero yo no soy de las que buscan serrucharles el piso a otras.

El conquistador. Le creemos a Maglietti cuando dice que muchos hombres le tienen miedo… ¡Pero hay muchos otros que no! Si no, ¿cómo la conquistó el novio? El hombre hizo un trabajo fino… ¡vía Facebook! “Empezamos a chatear, lo investigué un poco y después ya hablábamos hasta las cinco de la mañana. El estaba trabajando en España y fueron tres meses de Internet y charlas telefónicas. Cuando llegó, nos conocimos en persona y nunca más nos separamos. Por ahí suena raro, pero también es raro darle el teléfono a un desconocido en un boliche”, cuenta esta rubia formoseña.

–¿Está con vos en Mar del Plata?
–Se quedó unos días, pero tuvo que volver a Buenos Aires. El confía en mí y no es celoso de mi laburo mientras no sea nada muy zarpado. Además, a mí ya no me interesa salir en Playboy o hacer ciertos trabajos. Todo sirve en determinados momentos. ¡Ojo! Sé que no mido un metro ochenta ni soy puro hueso. Mi perfil es más de bomba, de chica popular, y tengo que aprovecharlo.

–¿Alguna vez te exigieron que bajes de peso o cambies tu actitud?
–Desde que estoy en la agencia de Leandro Rud, no. En cambio, antes iba a castings por mi cuenta y me decían que era baja o que tenía mucha pierna. Una vez me quise matar porque me dijeron que me parecía a Luciana Salazar y buscaban otra cosa. Yo me miro y no me veo parecida ¡para nadaaaaa!

Sin descanso en La Feliz. Tras su segundo año como panelista de Bendita, el programa que conduce Beto Casella, Alejandra se siente más cómoda en la televisión, aunque aclara: “Por ser modelo me costaba opinar sobre determinados temas por cierto prejuicio del público que, por suerte, Beto nunca tuvo”.

–Pero el prejuicio, ¿era de la gente o tuyo?
–Puede ser que haya sido más mío que de los demás, hasta que me olvidé del miedo a la crítica. Me quedan por rendir cuatro finales para recibirme de abogada, ¿por qué iba a callarme cuando se opina sobre una noticia que está relacionada con el Derecho Penal? Pasa que no quería caer en la modelito que se quiere hacer la inteligente porque las odio. Hay muchas que quedan como unas pavotas, usan palabras rebuscadas donde no son necesarias y dicen frases incoherentes.

–¿Ya te sentís como pez en el agua en la pantalla chica?
–Me gusta mucho. Desde que empezó el año hago los móviles para Desayuno Americano y los disfruto. Arranco a las ocho de la mañana y termino a las dos de la madrugada con las funciones del teatro.

–Podés dormir una siesta, pero de tomar sol, ni hablar…
–Autobronceante a full. ¡Y yo que pensaba que en Mar del Plata iba a tener más tiempo para mí, para leer y para tomarme un cafecito tranquila!


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